Cuentan que en el año 1855, con la edad de ocho años y después de un día en la escuela, un jovencito llamado Thomas Alva Edison regresó llorando a su casa tras recibir una fuerte reprimenda por parte de su maestro. Había sido tildado de ser un alumno «estéril e improductivo».

Por ello, su madre tras comprobar los castigos físicos a los que era sometido su incomprendido hijo, decidió sacarlo del colegio para educarlo en su casa. Esta decisión marcaría para siempre su futuro.

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Thomas Alva Edison de niño

Circula por Internet una historia relacionada con este hecho, la cual no sabemos hasta qué punto pudo ser cierta, si bien nos parece un ejemplo perfecto para hablar del tema que nos compete hoy.

Aquí tenéis la historia…

Un día Thomas Edison llegó a casa y le dio a su mamá una nota.

Él le dijo a ella. “Mi maestro me dio esta nota y me dijo que sólo se la diera a mi madre.”

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Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas cuando ella leyó la carta que le trajo su hijo. En voz alta la leyó a su hijo:

“Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted”.

Muchos años después la madre de Edison falleció; él fue uno de los más grandes inventores del siglo. Un día él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. Repentinamente él vio un papel doblado en el marco de un dibujo en el escritorio. Él lo tomó y lo abrió. En el papel estaba escrito:

“Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela.”

Edison lloró por horas, entonces él escribió en su diario:

“Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero gracias a su madre heroica se convirtió en el genio del siglo.”

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Thomas Alva Edison de joven

Nancy Edison tenía un concepto más positivo sobre su hijo (como madre que es) que el esgrimido por el maestro de Thomas. Es por ello que cambió el contenido de la carta para imbuir confianza y seguridad en su pequeño. ¿Qué hubiera sido del futuro inventor, si su madre hubiera leído el contenido real de la carta?, Nancy actuó desde el amor y confiando plenamente en las capacidades de su hijo. No permitió que etiquetas como «estéril» e «improductivo» marcaran el devenir de la vida de Thomas.

Thomas Edison, al igual que otros genios de diversas épocas tuvieron problemas en la escuela. Genios como Leonardo da Vinci y Pablo Picasso, personajes notables como Agatha Christie, tuvieron serios problemas de aprendizaje en su infancia y se cree que algunos de ellos presentaban dislexia o problemas de déficit de atención (TDAH), lo que les provocaba que no entendieran lo que se les estaba explicando y no pudieran seguir el ritmo de la educación reglada que por aquel entonces se daba en los colegios. Así por ejemplo Euler o Pascal, dos de los más grandes matemáticos de la historia también fueron educados por su padre.

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Thomas Alva Edison de mayor

Gracias a la confianza que depositó en él su madre, y al amor que le profesó, Edison llegó a registrar más de 1300 inventos/tecnologías, entre los que se encuentran el fonógrafo, el micrófono de carbono, las industrias eléctricas, los sistemas telefónicos viables… En algunos casos, como la bombilla o el cinematógrafo, Edison desarrolló una parte de la tecnología y la consiguió explotar comercialmente.

¿Qué ocurrió entonces para que un niño, a priori, «conflictivo», se convirtiera en el inventor más brillante de la Historia?

Permitidme que os cuente otra historia, esta vez narrada por el poeta romano Ovidio en su obra «La metamorfosis», y que tiene a Pigmalión como protagonista.

Pigmalión era un escultor que se enamoró perdidamente de una hermosa estatua con forma de mujer que él mismo creó. Tan enamorado estaba que la diosa Afrodita convirtió la estatua en una mujer de carne y hueso, a la que Pigmalión llamó Galatea. Esta obra inspiró años más tarde la historia de Pinocho y Geppetto («Las aventuras de Pinocho», escrito por Carlo Collodi).

Pigmalión y Galatea
Pigmalión y Galatea

El “efecto Pigmalión” es un término fue acuñado por el psicólogo social Robert Rosenthal a raíz de unos experimentos realizados en 1965. Rosenthal decía que este efecto se refiere a “que lo que una persona espera de otra puede llegar a servir como una profecía auto-cumplida”. Describe la existencia de una relación directa entre las expectativas que hay sobre un sujeto y el rendimiento que se obtiene sobre éste.

Para poder emprender y tener éxito en un proyecto, es fundamental creer que puedes, tener fe en tus posibilidades, conocer tus capacidades, servirte de ellas y trabajar duro.

Pero tan importante es creer en uno mismo como que nuestro entorno no influya negativamente sobre nuestro autoconcepto, confianza y autoestima, pues por norma general, cuando alguien comunica su deseo de emprender, rápidamente es tachado, cuanto menos, de loco.

Una cosa es ser cauto y hacer las cosas con precaución y otra muy diferente es dejarse llevar por el miedo y proyectarlo sobre los demás.

No todo el mundo es capaz de emprender, pues entre muchas otras cosas se requieren grandes dosis de valor, ya que emprender implica cambiar tu vida, la forma que tienes de ver y vivir la vida, con todo lo que ello implica.

Por ello, cuando conozcas en tu entorno a una persona que, con mucho esfuerzo, sacrificio y valor decide dar el salto y emprender un proyecto, ten en cuenta el poder que pueden tener tus palabras, en un sentido o en otro. Luego sé cauto a la hora de valorar su decisión de emprender, ya que podrás contribuir a que su confianza aumente o por el contrario se vea mermada.

Emprende con responsabilidad y critica constructivamente, pues ambos, emprender y criticar, son hechos fundamentales para el avance y desarrollo de nuestra sociedad.

¿Conocías la historia de Pigmalión?, ¿eres capaz de identificar a alguien que te haya ayudado a confiar más en ti mismo?, ¿te dejas influenciar por la opinión de los demás?, ¿has abandonado algún proyecto al recibir la crítica de alguien?

Escrito por Víctor Figueroa

Revisa el video que te hará comprender mejor «El efecto Pigmalión»: