La higiene ha sido siempre una aliada indiscutida de la buena salud. Por eso, es imprescindible e importante mantener una rutina de limpieza de nuestros dientes que nos asegure eliminar todos los residuos posibles. Esto nos evitará problemas en nuestras encías, prevendremos las caries, el mal aliento y cuidaremos el buen aspecto de nuestra dentadura. Sin dudas, nuestros hábitos diarios son importantes a la hora de cuidar nuestra salud, pero es importante tener en cuenta que, es también fundamental incorporar a nuestra rutina, visitas regulares a nuestro dentista.
La visita anual está recomendada para personas que gozan de buena salud bucal, y solo acuden a para un chequeo, y dos visitas al año para realizar una limpieza que resulte efectiva. Quienes tengan tendencias a inflamaciones en las encías o tratamientos que requieran varias visitas, recibirán de sus odontólogos la recomendación necesaria en cuanto al número de consultas a realizar, que seguramente serán más de una o dos anuales.
Yendo a nuestro punto en cuestión, ¿por qué se aconseja visitar regularmente al odontólogo, aunque tengamos nuestra dentadura en óptimas condiciones y aunque nuestra rutina de limpieza sea correcta?
La visita al dentista tiene como objetivo principal una limpieza profunda. Eliminar el sarro, las manchas de nuestros dientes y debajo de nuestras encías. Solo un profesional logrará limpiar y barrer estos tres puntos, sobre todo el sarro que se aferra tanto a nuestra dentadura que no puede ser eliminado con un simple cepillado ni enjuagues bucales.
¿Y tú ya fuiste a tu chequeo?